domingo, 31 de marzo de 2013

Cenizas y Barro

 
Barro es mi profesión y mi destino
que mancha con su lengua cuanto lame.
Soy un triste instrumento del camino.
Soy una lengua dulcemente infame
a los pies que idolatro desplegada.
 
(Miguel Hernández)


Siento que soy un saco de huesos
que se mezclan con mis miserias,
en la misma proporción
con la que sueño tu cariño
restañando mis dolencias
o descubro el cementerio de besos
que marchita mi inocencia.

En este caminar errante
en busca de la alegría,
las huellas de mi semblante
se arrastran y agonizan
antes de llegar a la otra orilla.

Y aunque me intente salvar
amándote hasta perder la vida,
estos pies de barro no soportarán
ese abismo que se cierne
en el umbral de tu mirada
que me invita a pasar de largo
cuando me ahogo en tu respiración calmada
despertándome de este antiguo letargo.

Y aunque te intente salvar
amándote hasta perderme
en el timbre con el que tu voz me reclama.
Estos pies de barro se desmoronarán
en el vaticinio que concierne
al gesto amable de tus palabras
que ya no me pueden curar;
porque están hechas del mismo barro
que me cubre los tobillos,
en el lecho de los caminos
que me apartan de tus labios.

En un rastro de cenizas
que se confunden con la herida
del amargo peso de la desdicha
con el que fui cavando mi destino
al borde de tu respiración tan blanda
ahogándome sin remedio
en medio de la madrugada.

                                                josé ángel

 
...y me cuesta escribir la palabra amor
porque el amor es una cosa y la palabra amor es otra cosa
y sólo el alma sabe dónde las dos se encuentran.

(Juan Gelman)

 

viernes, 22 de marzo de 2013

Un Preciso Engranaje



Sucede un milagro cuando callas,
porque mis ojos contemplan absortos
las maneras y los modos
que utiliza tu silencio
para fundirse con el mío.
Y así poder convertirnos
en un silencio más grande.

Ocurre que enmudezco
cuando son tus ojos los que observan
este momento tan nuestro,
ese instante...
que se escapa del escenario del tiempo.

Es entonces cuando comprendemos
la mirada, como un preciso engranaje
que nos permite sabernos...
...sabernos los dueños,
de nuestro propio lenguaje.
                                                   jangel..)


 
Cuando la distancia nos separa..
alargo mi sombra hasta conseguir acariciarte
con la ausencia de tu luz.


...
 

sábado, 16 de marzo de 2013

No es Nada Tuyo


No es nada de tu cuerpo,
ni una brizna, ni un pétalo,
ni una gota, ni un grano, ni un momento.
Es solo este lugar donde estuviste,
estos mis brazos tercos.
(Jaime Sabines)

No es...
No es que falte
el suave candor de tu mirada,
ni es la doliente ausencia
del firmamento de tu espalda.

No es ni tan siquiera esa breve añoranza
de las tibiezas...
con que me arropaban tus palabras.
No es nada tuyo lo que echo de menos
en este preciso momento.

Ni es el vacío del precipicio
con el que has llenado mis manos,
ni ese temblor repentino
de no encontrarte en mis brazos.

No es que me falte tu piel
ni el haberla encontrado,
ni tan siquiera pensarla un instante
evaporándose aquí a mi lado.

No es melancolía, ni nostalgia...
tampoco de eso se trata.
Ni es la armonía de tu conversación
ajena al deseo...
que se me clava en la garganta.

No es ese beso
que envuelve en papel de estraza
toda mi esperanza,
ni la ensenada de tu boca,
ni esa terrible distancia.

No es la sombra
que huye de tu resplandor
para hundirse en mi pecho.
Ni ese angustioso lamento
en el que se ahoga mi desconcierto.

No es la sed
que persigue a un corazón sediento,
ni la lluvia,
ni lo es el viento.
No eres tú,
ni tu idolatrado sedimento.

Es tan solo
esa imagen que me hice de ti,
ese misterioso espejismo
inundando por completo
los confines de mi devenir
en este inmenso desierto.

                                                   J.ángel..)


Perderme en un viaje sin retorno alrededor de tu sonrisa 
para descubrir que el mundo todavía puede ser un cuento
al que aún no me has invitado.

jueves, 7 de marzo de 2013

En el Almíbar de tu Nombre


Ahí afuera...

Me espera una ultrapecosa entelequia,
un instante inasible...
con aroma de eternidad.

Aquí adentro...

Me aferro a mi incauta ambición de misterio,
prensado por el paso trashumante del tiempo.
Sigo planeando el atraco certero
a una sucursal de tu corazón,
la que a mí me corresponde.

Razón de mi devoción
donde mi centro de gravedad se esconde.
Voy lamiendo la secreta combinación,
licuando el musgo de la cerradura,
disolviendo dudas con las letras de mi nombre.

En una cuenta atrás
que trasunta tus vertientes
y alamedea por tus trópicos.
Que va dejando su simiente
en trazos de paraísos utópicos.

En una cuenta sin final
que desemboca todo su caudal
en el delta de agua salada
que ansía sin tregua mi paladar.

Para bañarse en el nuevo instante de eternidad
que me brinda el almíbar de tu nombre,
escrito sobre el húmedo ventanal
donde cauterizo las arrugas de mi frente
en noches de manso respirar.

Recordando los momentos...
en que nos vimos de verdad.
Cuando acaricé tu imagen durmiente,
aquella que quisiera contemplar
sin prisa ni pausa,
en todas y cada una de las lunas llenas
que nos quedan por domesticar
hasta el día del juicio final.

Mientras tanto...
Sigo lamiendo la secreta combinación errante
del paradigma de tu alma noble,
guarecida tras un velado turbante.

Nómada que un día atisbó este desierto...
Mar de dunas con incauta ambición de misterio...
y la firme vocación,
de convertirse en todo tu universo.

                                                               J.angel)


sábado, 2 de marzo de 2013

Sabor a Cielo



Hay un poso agrio de dulzura
en el turbio letargo
que coincide con el filo de tu cintura.
Posees un sabor arrendatario
que me invita a inaugurar, sin temor a naufragar,
un nuevo itinerario por ese conocido sudario
con el que blindaste tu humilde procacidad.

Hay un cauce,
del que soy cautivo inane,
que me invita a recorrer en trance
todas y cada una de las pecas,
que arrojadas al azar;
fueron a decorar
sin el menor decoro
ni la menor explicación,
esas tibias aristas blandas
con las que me provoca tu espalda.

Hay una luz
que destiñe el rastro
que me arrastra por tu rostro.
Tengo un fino sedal hecho de sollozos
con el que pretendo enhebrar
las lindes de este caminar angosto
a la seda que abriga tus besos.

Sabes de sobra que desde tiempos remotos
fueron inundando de luna llena mis desvelos,
rematando este traje hilado
con el desconsuelo
de leves vestigios pasados,
que me llevaron a echar tanto de menos
ese peculiar sabor a cielo
con el que siempre te pintaste los labios.

                                                                       José ángel..)